La poda en verde, o “efarajo” como se le llama en FuenteÁlamo, es una técnica fundamental para asegurar la salud y la calidad de la uva, no solo para la cosecha actual, también para las venideras.
A través de esta práctica, los viticultores eliminan los brotes y tallos no deseados de la vid, aquellos que son improductivos. Esta técnica se realiza durante la fase de crecimiento y desarrollo del racimo.
En este artículo, exploraremos en detalle la importancia y los beneficios de la poda en verde en el viñedo y porqué es imprescindible para la elaboración de vinos de calidad.
Objetivo de la poda en verde
La poda en verde se lleva a cabo generalmente durante la primavera y primeros días del verano, una vez que la vid ha completado su crecimiento inicial y los brotes empiezan a desarrollarse. El objetivo principal de esta técnica es eliminar los brotes que no dan fruta y aquellos que tienen racimos mal formados, de esta forma, concentramos la energía de la planta en los brotes más fuertes y productivos. Esto ayuda a regular la carga de fruta y a optimizar el desarrollo de los racimos, garantizando una cosecha de mejor calidad.
El principal objetivo del efarajo, es la mejora en la calidad de la uva. Al eliminar los brotes no deseados, se logra una mejor circulación del aire y una mayor exposición a la luz solar en el interior del viñedo. Esto disminuye las condiciones de humedad y minimiza el riesgo de enfermedades fúngicas, como el mildiu y el oídio, que pueden afectar negativamente la calidad de la uva. Además, la mayor exposición al sol permite una maduración más uniforme y completa de los racimos, lo que se traduce en vinos de mayor calidad.
El efarajo o poda en verde permite al viticultor controlar el rendimiento la viña, sobre todo en aquellos viñedos en los que prevalece la calidad a la producción.
Al eliminar los racimos mal formados, se evita la sobreproducción de uvas y se promueve una carga de fruta más equilibrada, concentrando los recursos de la planta en esos racimos que el viticultor ha seleccionado.
También es necesario, sobre todo en los viñedos más jóvenes, para cumplir con los estándares de calidad que marca la norma de producción de la DOP Jumilla que son 5000kgs/ha para variedades tintas y 5625kgs/ha.
Para variedades blancas en viñedos en vaso. En plantaciones en extensivo e intensivo, el límite aumenta a 8750 kgs/ha.
La poda en verde también desempeña un papel fundamental en la formación y el manejo del dosel vegetal de la vid. Al eliminar los brotes no deseados, se controla el crecimiento excesivo de la planta y se promueve una estructura de enrame adecuada facilitando la ventilación y la penetración de la luz en el viñedo, reduciendo la humedad y previniendo enfermedades.
Además, la formación adecuada del dosel vegetal permite una mejor gestión de la sombra influyendo en la fotosíntesis de la planta.
Conclusión:
La poda en verde se ha convertido en una práctica esencial en el cuidado del viñedo, permitiendo a los viticultores obtener uvas de alta calidad y asegurar el equilibrio entre rendimiento y calidad.
0 comentarios